Sentada delante de un espectacular paisaje con una humeante, dulce y especiada taza de té en la mesa abro el libro que tengo entre mis manos, es el último cómic de Felipe Almendros "R.I.P.".
Empiezo a leerlo y no puedo parar hasta que lo acabo, lo leo y lo miro, porque es una novela gráfica en la que hay más que mirar que leer. Su presentación, su composición, sus dibujos, sus ilustraciones me parecen tan auténticos y originales, sus trazos de niño nos hablan de un hombre que se expone, que se desnuda ante nosotros para mostrarnos sus traumas y sus experiencias de una manera tragicómica. Me doy cuenta de que sí hay mucho que leer en los propios dibujos. Al cerrar el libro me quedo un rato pensando, veo la taza de té, doy un sorbo y está frío.
"R.I.P" de Felipe Almendros, editorial Mondadori
En la portada aparece el nombre de su padre Alfonso Almendros, es su manera de hacerle un homenaje.
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