Los alrededores de mi casa en verano se llenan de moras, una fruta que me encanta ir a buscar. A pesar de los arañazos que me hago, es un paseo que a última hora de la tarde, cuando el sol ya no calienta tanto, se hace muy agradable.
Hace muchos años, en Huesca, Carmen y Cristi me enseñaron a hacer una tarta deliciosa y muy sencilla con todas las moras que recogían.
Para la tarta:
de 400 a 500 grs. de moras maduras
2 huevos grandes
100 grs. de azúcar
100 grs. de harina
1 cucharadita de levadura
200 ml. de leche
1 cucharada de azúcar moreno
Para el glaseado:
150 grs. de mermelada (de moras, de melocotón, de albaricoque...)
15 grs. de licor (de zarzamora, de pera, de melocotón... que no sea muy fuerte)
Calentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos con el azúcar hasta espumarlos, le echamos la leche y seguimos batiendo. Tamizamos la harina con la levadura y la añadimos a la mezcla.
Forramos un molde de tarta bajito con mantequilla y harina, echamos la mezcla en él y añadimos con mucho cuidado las moras sin que se rompan, así al cortar la tarta se verán enteras. Una vez la tarta esté bien colmada de moras espolvoreamos la cucharada de azúcar moreno por encima y lo metemos en el horno unos 30 minutos, hasta que la tarta quede doradita.
La dejamos enfriar encima de una rejilla, una vez fría podemos pintarla con el glaseado que habremos preparado calentando la mermelada con el licor hasta que quede bien líquido y homogéneo, Lo colamos para retirar cualquier grumo que haya quedado y pintamos con una brocha la superficie de la tarta... Está deliciosa!!
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